En cuanto a los colores, es muy común la utilización de colores fríos como el blanco o el azul, ya que aportan sensación de serenidad e higiene. Sin embargo, cada vez es más frecuente la implantación de colores más vivos que sirvan para suscitar un mayor sentimiento de alegría de en el paciente.

De esta manera, podemos atrevernos a utilizar este tipo de colores sobre todo en la zona de recepción y en la sala de espera. Verdes y azules en tonos suaves, o gris combinado con tonos más vivos como el rosa pálido o melocotón pueden ser una buena opción. Sin embargo, debemos evitar tonos rojos o naranjas fuertes que dificultarán la relajación de nuestros pacientes.

Para la zona de nuestras consultas y laboratorios recomendamos colores más fríos. La elección del blanco o el azul siempre será un acierto, aunque bien podríamos optar por los mismos colores que utilizamos en las zonas de recepción o sala de espera pero en tonos más claros.

Lo más importante es tener en cuenta que los colores fríos, claros y mates inducen a la relajación de nuestros pacientes, por lo que son los más recomendables para contribuir a su máximo confort.

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