Hasta hace poco, la profesión se adaptaba al espacio. El dentista se instalaba en una casa y utilizaba cada habitación según sus necesidades: la sala de espera en el living, los gabinetes en las habitaciones y la esterilización en la cocina. El gran cambio es que ahora «el espacio se adapta a la profesión». En los proyectos de las nuevas clínicas dentales, existe la prioridad de evitar en lo posible toda sensación de angustia al paciente. El objetivo es que perciba la odontología como una especialidad médica beneficiosa y ejercida en un entorno estimulante.

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